
«Solo el 50% de la población Valmiki alcanza estudios de secundaria y apenas el 2% ha cursado estudios superiores». Es una de las conclusiones a las que ha llegado el último estudio, sobre esta comunidad indígena, publicado por James Regina C. Dabhi, amigo de la Fundación Isabel Martín.
Dabhi, investigador y actual Director adjunto del Centro de Cultura y Desarrollo del Campus del Instituto Técnico Xavier en Vadodara, en el estado del Gujarat, India, dibuja una realidad dura por un lado, pero esperanzadora, por el otro, en su última publicación: «El estado socioeconómico de la comunidad Valmiki en la región de Bhal de Gujarat».
Texto completo en versión original aquí.
Como es bien sabido, el sistema de castas es históricamente específico de la sociedad india. Se trata de un sistema abolido en la Constitución de 1950 pero que sigue presente en India y por el cual la sociedad está estratificada y la desigualdad social estructurada.


Lo que quizá no se tenga tan claro es qué supone este sistema para millones de personas en el país, principalmente, para los grupos más vulnerables, mujeres e infancia. Tal y como explica Dabhi, «en la cima están los brahmanes (profesores e intelectuales); los siguientes son guerreros y gobernantes denominados Kshatriya. En el tercer puesto están los Vaishyas, que se dedican al comercio y, en la base del orden social, están los Shudras que hacen los trabajos menores. Fuera de este sistema están los «marginados», «dalits» o «intocables». Los trabajos que realizan se consideran «impuros», como limpiar baños o letrinas, curtidores de cuero y trabajos relacionados con cadáveres».
Y continúa con un hecho que nos debería hacer reflexionar: «Incluso en esta nueva era digital de la India, en la que los Valmiki realizan los trabajos que nadie más querría hacer y que brindan el servicio más crucial para la sociedad, la sociedad rara vez les presta atención. De hecho, en lugar de darles la dignidad de trabajo que merecen, son tratados como sucios y contaminados».
DERECHOS DE LA INFANCIA VALMIKI
¿Qué futuro les espera entonces a esta comunidad indígena y, en concreto, a su infancia? El objetivo de esta investigación es analizar los cambios que están experimentando y, en esta entrada, queremos resaltar la situación educativa de estos niños y niñas, un derecho robado por el sistema. Y es que, «la comunidad Valmiki es una de las más marginadas y desfavorecidas de India», indica Dhabi, «porque quitarles este derecho es la forma más fácil de que el sistema continúe».

Aunque los datos revelan una situación llena de grandes dificultades para esta comunidad, este estudio también dibuja un «escenario educativo algo esperanzador para los y las Valmiki», si la comparamos con hace algunos años. Aun así, «el escaso nivel en estudios superiores es preocupante ya que son la clave para una igualdad de condiciones que lleve a conseguir mejores medios de vida».
Y es por esto que la Fundación Isabel Martín lleva apoyándolos desde 2017 a través de diversos proyectos. La educación siempre ha sido un objetivo prioritario y es por este derecho por el que comenzó nuestra colaboración con el Centro de Investigación y Desarrollo Humano (HDRC -Human Development and Research Centre).
El proyecto actual beneficia a un total de 2.300 beneficiarios/as directos y persigue garantizar el derecho a la educación de las comunidades tribales en el estado del Gujarat, India, entre otras cosas.

A través de este, animadores/as comunitarios imparten sesiones de educación en valores y liderazgo en setenta y cinco ubicaciones distintas del estado y en los llamados «Centros de Felicidad», nueve en total, poniendo , además, el foco en las niñas, para que consigan cursar estudios de educación secundaria.
¿Y tú? ¿Quieres formar parte del cambio y apoyar a la infancia para que tengan las mismas oportunidades? Colabora con nuestra ONG para que los niños y niñas en situación de vulnerabilidad puedan escribir sus #HistoriasBonitas haciendo un donativo.